Mujeres, sí podemos.

¿Qué pasa con las emociones en la menopausia?

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El cambio constante que vive la mujer a nivel hormonal hace que experimente síntomas y sensaciones diversas, y al superar los 45 años, los cambios involucran también a las emociones en la menopausia.

 

En este período los ovarios dejan de producir hormonas: progesterona y estrógeno, lo que desencadena una serie de cambios como el cese de la menstruación, insomnio, irascibilidad, sofocos, migrañas, etc.

 

¿Tienes idea de cuáles son las emociones en la menopausia y qué debes hacer para abordarlas?

En este post te contaré sobre ese cambio fisiológico y qué hacer para vivirlo con integridad. 

 

Conoce algunas emociones en la menopausia

 

La palabra envejecimiento genera temor aun sabiendo que se trata de un período natural de la mujer como cualquier otro, pero nos da miedo y nos negamos a reconocer los cambios de emociones en la menopausia.

 

Esas emociones pueden ser tristeza, depresión, sensación de angustia, ataques de pánico, cansancio, rabia y desolación debido al insomnio, inseguridad porque probablemente aumentes de peso. 

 

Además, el deseo sexual disminuye por la pérdida de hormonas, al tiempo que presentas resequedad vaginal.

 

Obsérvate más y acéptate

 

Los cambios hormonales durante este período llevan a tener revueltas las emociones. Sin embargo, cada mujer los asume de forma diferente.

 

A mayor información, mayor aceptación y mejor disposición de vivir los cambios. Asume con integridad que ya no eres una mujer de 25 o 30 años con la fuerza y vigor de esa etapa.

 

Aprende a decir no a las demandas de los demás y concéntrate en ti misma. No eres una súper mujer. No debes asumir responsabilidades que pongan en riesgo tu salud física, mental y emocional o que limiten tu bienestar.

 

¿Qué puedes hacer para vivir plenamente la menopausia?

 

Los cambios físicos pueden afectarte emocionalmente y perder tu autoconfianza y autoestima. 

 

Afronta esta etapa haciendo cambios conscientes y efectivos, especialmente en la alimentación y estilo de vida. Una dieta baja en azúcar, alcohol, harinas y alimentos refinados te ayudará a disminuir la frecuencia e intensidad de los sofocos.

 

El ejercicio físico y actividades como caminatas, yoga y meditación te ayudarán a conciliar más rápido el sueño y a dormir sin interrupción.

 

Tomar agua también es importante, sobre todo para evitar las migrañas, mientras ralentizas el proceso de resequedad de la piel.

 

Es verdad que los estados de ánimo son un subibaja, pero siempre hay formas de canalizarlos, por ejemplo, promoviendo y fortaleciendo las relaciones personales con tus amigos y familia. 

 

No te rehúses a vivir la menopausia de manera plena. Acéptala y sácale provecho. En esta etapa todavía quedan muchas bellas experiencias por vivir.

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