La ruptura de una relación es un evento emocional profundo, pues es el fin de los planes en conjunto, de rutinas, del amor, de amigos en común; por eso se han identificado las fases emocionales de un divorcio, para poder superarlas.
No es fácil, pero tampoco imposible. A algunas personas les cuesta más que a otras considerando los factores que llevaron al divorcio. Estos factores son determinantes para recorrer el camino de la separación y proyectar una nueva vida.
Si estás atravesando un divorcio después de años de relación que considerabas para toda la vida, evalúa varios aspectos. Entre ellos, lo que fue tu vida en pareja y lo que será de ahora en adelante, considerando que la transición puede ser dolorosa.
Conoce en ti las fases emocionales de un divorcio
Negación, culpa, rabia
Esta fase inicial es la que desencadena más emociones, debido a que tienes en mente lo bueno de la relación, los comienzos, lo positivo, que se mezclan con las infidelidades, abandono o cualquiera de estos elementos negativos.
Aun cuando la decisión haya sido tuya, porque estés buscando liberarte de una relación que para ti ya no tiene futuro, esta etapa es dolorosa. Te sientes inestable e insegura. Solo depende de ti convertirla o no en un sufrimiento.
Cada vez que te acuerdes de lo negativo sentirás rabia, impotencia y hasta pretenderás echarte la culpa. Ten en cuenta que ya eso forma parte del pasado. El paso que estás dando te llevará a un momento de más tranquilidad emocional en tu vida.
Depresión, negociación, aceptación
En esta etapa vas a tener emociones encontradas, puedes incluso arrepentirte del paso que estás dando. Céntrate en las razones por las que tomaste la decisión, en lo que ya no es bueno para ambos, y en que se trata de otra de las fases emocionales del divorcio.
Es posible que debas negociar en aspectos como los hijos, economía, bienes, y debas hacer cambios significativos de rutinas, trabajo, horarios, entre otros. Estos cambios te mantendrán la mente ocupada y mirando tu nueva vida con más amabilidad.
Puedes acudir a los recuerdos bonitos y abrazarlos con calidez. Eso sí, sin caer en lugares comunes como “perdí los mejores años de mi vida”. Al fin y al cabo estuvieron los dos juntos en el mismo momento con iguales expectativas.
Reorganización y adaptación
Una vez aceptas la situación podrás ver la vida de otra manera. Vas a reorganizarte, adaptarte y a asumir que enfrentarás prácticamente sola los desafíos emocionales.
Sabrás que aquello que parecía un laberinto sin salida es parte de las fases emocionales de un divorcio. Será un período superado y una experiencia de la que saldrás fortalecida.

